Todo está escrito, maktoub, no hay nada que podamos hacer al respecto: generalmente, se piensa en la Voluntad de Alá como la aplicación de un programa preescrito, como un libro o, como diríamos hoy, un programa de ordenador. Algunos eruditos musulmanes quisieran hablar como los cristianos, combinando las nociones de libre albedrío humano y la voluntad omnisciente de Dios. Pero chocan con varias suras del Corán que afirman la predestinación, que es uno de los principios de la creencia [1] musulmana. Uno sólo puede hacer lo que Alá ha escrito para uno (Sura 'Arrepentimiento' 9, 51). Un hombre puede ser (bien) guiado por Alá, pero también al revés: Alá también puede extraviarlo, y entonces se pierde (Sura El muro de A'raf 7, 178-179).
Un famoso hadiz dice: “[Al embrión en el vientre de su madre] el ángel le insufla el espíritu vital y le ordena cuatro palabras prescritas: su sustento, el fin de su vida, sus acciones y su felicidad o desgracia. Juro por Alá, fuera de Quien no hay otro dios, que quien actúe con la gente del paraíso hasta acercarse a ellos a la distancia de un brazo, será aplastado según lo prescrito para él: actuará como la gente del infierno e irá al infierno. Quien actúe con la gente del Infierno hasta acercarse a ellos por la distancia de un brazo, será devuelto según lo prescrito para él: actuará como la gente del Paraíso e irá al Paraíso” [2].
Todo estaría escrito de antemano, incluido el destino eterno en el Paraíso o el Infierno. Un decreto eterno decidió incluso que algunos no creyeran (Sura Ya' Sîn 36, 7-10). Así, este dogma conduce a una división de la humanidad entre los que estarían predestinados al cielo y los que están predestinados al infierno.